Resumen de Don Quijote: primera parte, capítulo 11

Don Quijote con unos cabreros
Gustave Doré, [Dominio publico]

"De lo que le sucedió a don Quijote con unos cabreros"

Los cabreros tienden unas pieles de oveja por el suelo e invitan a Sancho y a don Quijote a comer con ellos. Don Quijote está sentado y Sancho está de pie, por lo que don Quijote le dice a Sancho: "...quiero que aquí a mi lado y en mi compañía desta buena gente te sientes, y que seas una mesma cosa conmigo, que soy tu amo y natural señor; que comas en mi plato y bebas por donde yo bebiere; porque de la caballería andante se puede decir lo mesmo que del amor se dice: que todas las cosas iguala".

Sancho le agradece la invitación a sentarse, pero dice que se siente más cómodo comiendo solo en un rincón porque si se uniese a los otros comensales, tendría que masticar despacio, beber poco, limpiarse a menudo y no estornudar ni toser. Aun así, don Quijote insiste en que se sienta.

Después de comer, don Quijote comienza a hablar de la edad de oro (la primera de cinco edades que delineó Hesíodo) en la que "ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío" y todo se compartía. Fue una época de paz y amistad. Pero en estos siglos actuales, dice don Quijote, hay tanta malicia que fue necesario crear la orden de los caballeros andantes para socorrer a las doncellas, viudas, huérfanos y menesterosos. Entonces les dice a los cabreros que él es un caballero andante de esa orden y que agradece su hospitalidad. Los cabreros se quedan maravillados y sin saber qué decir.

Entonces llega un músico llamado Antonio y los cabreros le piden que cante para sus invitados especiales. Antonio les canta un romance rústico. Don Quijote le pide que cante otra canción, pero Sancho tiene sueño y dice que seguramente los cabreros también. Antes de irse a dormir, los cabreros ven la herida que tiene don Quijote en la oreja y le ponen un remedio de romero para que se cure.