¿Quién es Dulcinea?

Madness showing Dulcinea to Don Quixote, as Sancho Panza looks on, portrait of Cervantes at the page top, Plate 1
Locura mostrando Dulcinea a Don Quijote, mientras que Sancho Panza mira. De Agostini/Biblioteca Ambrosiana/Getty Images

Dulcinea del Toboso es la dama de quien está enamorado el protagonista Don Qujote en la novela El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha por Miguel de Cervantes Saavedra. Sin embargo, Dulcinea nunca aparece en la novela, dado que es una figura imaginada por Don Quijote basada en la labradora Aldonza Lorenzo (quien sí existe, pero tampoco aparece). Siguiendo la costumbre de los cabelleros andantes, Don Quijote dice que necesita tener una dama a quien encomendarse, y ella se convierte en el motor impulsor de todas sus venturas.

Dulcinea: Emperatriz de la Mancha

En su primera salida, nuestro caballero andante y su escudero Sancho Panza se encuentran con unos mercaderes y Don Quijote les exige que proclamen que Dulcinea, Emperatriz de la Mancha, es la dama más hermosa sobre la tierra. Los mercaderes se rehúsan a hacerlo sin haberla visto, a lo que Don Quijote responde:

"La importancia está en que sin verla lo habéis de creer, confesar, afirmar, jurar y defender; donde no, conmigo sois en batalla, gente descomunal y soberbia". (Parte I, Capítulo IV)

Poco después de este intercambio, el caballero arremete con la lanza contra los mercaderes, pero en el intento su caballo Rocinante tropieza y los dos se caen.

¿Dulcinea existe?

En un episodio de la segunda parte, la duquesa se burla de Don Quijote y cuestiona la existencia de Dulcinea, a lo que Don Quijote dice:

"Dios sabe si hay Dulcinea o no en el mundo, o si es fantástica o no es fantástica; y estas no son de las cosas cuya averiguación se ha de llevar hasta el cabo. Ni yo engendré ni parí a mi señora, puesto que la contemplo como conviene que sea una dama que contenga en sí las partes que puedan hacerla famosa en todas las del mundo, como son hermosa sin tacha, grave sin soberbia, amorosa con honestidad, agradecida por cortés, cortés por bien criada, y, finalmente, alta por linaje, a causa que sobre la buena sangre resplandece y campea la hermosura con más grados de perfeción que en las hermosas humildemente nacidas". (Parte II, Capítulo XXXII)